Nuestra historia

UN LEGADO DE SABOR Y ENCUENTROS

  • 1964

    Inauguración

    José Rubio Saez, de ebanista a cocinero, fue el fundador que transformó su pasión por la cocina en un restaurante tradicional que rápidamente se convirtió en un emblemático punto de encuentro familiar y de negocios en Valencia. En la cocina, también estaba al mando su pareja María García Calabuig, quien con su dedicación y talento contribuyó significativamente al éxito del restaurante.

  • 1984

    Expansión

    El boca a boca hizo que ‘La Oficina’ creciera en popularidad. El espacio se amplió para dar cabida a una clientela cada vez más numerosa, consolidando nuestra reputación en la ciudad.

  • 1993

    El semáforo de Europa

    Gracias a su ubicación estratégica en la ruta hacia Barcelona y el norte, muchos viajeros se detenían en ‘La Oficina’ para disfrutar de las deliciosas paellas, tapas y copas, lo que convirtió al lugar en un punto de parada casi obligatorio. Muchos de ellos, al quedarles de paso, reservaban por teléfono las paellas u otros platos que deseaban disfrutar al llegar.

  • 2000

    Continuidad del legado familiar

    Después de años de éxito y numerosos reconocimientos, el legado familiar continuó cuando José Vicente Rubio García y Josefina Linares Lozano tomaron el mando del lugar durante 15 años, antes de que su sobrino asumiera la responsabilidad de continuar con la tradición. Sin embargo, la llegada del confinamiento obligó a cerrar sus puertas, y posteriormente decidieron vender el bar. A pesar de ello, la esencia de ‘La Oficina’ siempre se mantuvo viva e intacta.

  • 2024

    Un nuevo capítulo

    En Julio 2024, ‘La Oficina’ abre sus puertas de nuevo, ahora bajo la dirección de una familia argentina. A pesar del cambio, el nombre y la tradición de trabajo en equipo, desde la cocina hasta el servicio en mesa, permanecen intactos.

  • Actualidad

    Evolución

    Carito y Germán, #LOSDEFIERRO toman el mando y renuevan LA OFICINA. “Hace tiempo soñábamos con un lugar así, donde cada plato sorprenda, tenga vida propia y deje huella, queríamos desempolvar nuestros cuadernos y bocetos.  Crear un lugar en el que la despensa mediterránea, las brasas, el sabor y la técnica convivan”.